La reina de las fiestas consumistas se acerca lentamente. Desde aquí creemos que se puede celebrar la Navidad sin caer en esas acciones negativas que la empañan. Si implantamos pequeños cambios podemos conseguir que estas fiestas se conviertan en una celebración sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Cambia el papel de regalo.
Es un material que generalmente va plastificado y que es muy difícil de reciclar. Aprovecha y envuelve tus regalos en pañuelos o telas que tengas por casa, o reutiliza bolsas y cajas. Si no te queda más remedio que envolver, existe papel de regalo reciclado y reciclable.
Regala lo necesario…
Muchas veces nos vemos en la obligación de regalar algo a alguien y acabamos comprando (o recibiendo) cosas que no se van a usar. Hagamos un ejercicio de reflexión e intentemos evitar acabar participando en actividades como el amigo invisible con gente a la que no conocemos, puesto que es un momento de regalar por regalar que a veces nos genera más quebraderos de cabeza que otra cosa. También podemos hablar con amistades y familiares para organizar y repartir los regalos, de manera que sólo una persona regale a otra. Apuesta primero por regalos útiles, sostenibles y experiencias, ya que será lo que más se use, más se agradezca y más se recuerde.
…y apoya la creación local.
Siempre es buen momento para apoyar a los pequeños comerciantes y a los creadores. Una bonita opción es regalar arte o artesanía hecha por gente de la zona. Retratos personalizados, cerámica, discos de música… Support your local artist! Y también your local shop. Acércate a las pequeñas tiendas de barrio para realizar tus compras: librerías, alimentación, tiendas de música…
Decoración, cuanto menos, mejor
La decoración Navideña que más solemos encontrarnos se basa en un sinfín de derivados del petróleo y la mayoría procede de países como China (¿has oído hablar de Yiwu?), donde las condiciones laborales de sus trabajadores son nefastas. Podemos reutilizar lo que ya tenemos por casa o aprovechar para crear nuevos adornos en una bonita tarde de manualidades con materiales recogidos en el campo. Por cierto, que el árbol de Navidad siempre mejor natural que de plástico, aunque lo ideal es que no lo compremos expresamente para la ocasión. Podemos decorar algún árbol o planta que ya viva en nuestra casa.
Comida a granel, fresca y de temporada
El consumo de comida envasada en estas fechas se dispara por su comodidad. Cada año nos bombardean más con productos precocinados para ahorrarnos la tarea de hacer las comidas navideñas y el resultado son alimentos de mala calidad en un montón de plástico. Además de lo negativo para nuestra salud (muchos procesados, azúcares y grasas), también repercute en el medio ambiente. Apuesta por elaborar menús sanos, equilibrados, deliciosos y propón como reto reducir el consumo de carne y pescado (si no lo has hecho ya). Te aseguramos que se pueden preparar auténticas mesas de celebración sin llenarlas de animales. ¡Eso sí! Controlemos cantidades, que por todas es sabido que en días clave como Nochebuena y Nochevieja la comida es abundante y las sobras, también.
Di no a las vajillas de usar y tirar
En muchas casas, por comodidad, se apuesta muchas veces por usar una vajilla desechable que nos ahorre el trabajo de fregar después. Esto nos horroriza enormemente. Haced un esfuerzo y repartid tareas, porque el impacto que provocan esas vajillas es brutal. Con las nuestras duraderas sólo gastaremos un poco de agua al fregarlas. ¿Es un rollo fregar? Absolutamente, pero preferimos hacer de tripas corazón que llenar más nuestro cubo de la basura de forma innecesaria.
Estas son algunas de las recomendaciones que os hacemos nosotras, pero estamos seguras de que cada maestrillo tiene su librillo. ¡Estamos abiertas a sugerencias y proposiciones!