
Conoce estas sustancias tan presentes en nuestra vida
Conocer los disruptores endocrinos y cómo afectan a nuestro organismo fue una de las motivaciones que empujaron a Sonia a abrir Bizi Slow.
Los disruptores endocrinos, también llamados interruptores endocrinos o disruptores hormonales, son sustancias químicas artificiales. Hay más de un millar y afectan negativamente al equilibrio del organismo hormonal del ser vivo con el que están en contacto.
Las hormonas son sustancias que controlan y regulan múltiples funciones en el ser humano. Muchas de ellas están relacionadas con el crecimiento y la reproducción, principalmente, pero también con el nivel de energía, la respuesta a lesiones y estrés y la absorción de nutrientes, entre otros. El sistema endocrino que se encarga de segregar estas hormonas está distribuido por todo el cuerpo y distintos órganos entran en juego.
Los disruptores endocrinos interfieren en el correcto funcionamiento de dichas funciones de una manera acumulativa e irreversible, y pudiéndose transmitir de una generación a otra. El peligro reside en que estas sustancias se encuentran presentes todo lo que nos rodea, empezando por nuestra propia casa.
Sobre todo, podemos encontrarlos de manera más generalizada en alimentos y cosmética, como los parabenos o el mercurio; bisfenoles en tickets de la compra, chupetes o latas; BPA en recipientes plásticos como botellas o tuppers, en los que se libera más cuando se calientan; pesticidas como el glifosato; productos de limpieza, materiales de construcción, plástico, ambientadores, materiales decorativos, ropa, juguetes, electrodomésticos, aparatos electrónicos… La exposición prolongada a estas sustancias puede llegar a generar enfermedades cardiovasculares, problemas reproductivos, trastornos del metabolismo, e incluso cáncer.
¿Cómo podemos evitarlos? Rechazando los materiales nocivos en los que se encuentran, sustituyéndolos por alternativas más saludables, consumiendo ecológico, cambiando hábitos de consumo, informándote y, sobre todo, pelear para que las administraciones prohíban el uso de estos químicos tan perjudiciales.